Las Cámaras A Bordo Del Titanic Capturaron Cómo Fueron Realmente Esos Últimos Días
Casi todos conocen la trágica historia sobre el hundimiento del barco más grande de todos. La leyenda del RMS Titanic ha sido escrita en libros, televisión y por supuesto, en la versión favorita de todos, la película de James Cameron de 1997. Los hechos quedaron plasmados en la historia a través de las fotografías del navío. En aquel momento, la fotografía era realmente costosa y una práctica extraña, pero... ¿qué mejor lugar para tener un fotógrafo que en el primer barco lujoso que atravesaba océanos?
Desde las cabinas en la primera clase dignas de reyes a una extraña panorámica del cuarto de calderas, estas imágenes desde el mismísimo Titanic demuestran la vida verdadera que se desarrollaba dentro, y hace que la tragedia sea aún más terrorífica.
El Titanic que todos conocemos
El nombre Titanic proviene de la mitología griega u literalmente significa "gigante". Esta foto deja en claro que tan grande era este barco. El Titanic partió el 10 de abril de 1912 con más de 2 mil personas a bordo.
La estructura del barco había sido muy bien publicitada. El precio de elaboración de 7 millones 500 mil dólares también contribuyó a que la sociedad hablara de él. Su tamaño, las innovaciones tecnológicas, y sus impresionantes características a bordo del atravesador de océanos provocó que todos en el mundo se sorprendieran.
El descubrimiento que despertó la curiosidad de todos
Tristemente, el Titanic se hundió a tan solo cuatro días de si periplo de viaje luego de chocar contra un iceberg. La gran mayoría de las personas conocen la historia ficcional y repleta de amor entre Jack y Rose a bordo de la nave pero... ¿cómo es que fue realmente aquella situación?
El estar a bordo del RMS Titanic era un lujo si estabas en primera clase, pero una experiencia horrorífica si estabas en tercera. Continúa leyendo para conocer la vida de las 325 personas de primera clase, las 284 en segunda y los 709 pasajeros de tercera.
La música realmente no frenó
La antigua leyenda de que la banda musical nunca paró de tocar su melodía mientras que el RMS Titanic se hundía es verdadera. El saber que eventualmente terminarían en el fondo del océano, y que ellos continuaban tocando como si nada, hace de esta situación una circunstancia de terror.
Qué iban a saber estos artistas que estarían interpretando música hasta el último aliento de sus vidas. La banda de ocho miembros estaba liderada por Wallace Hartley y fue su decisión la de continuar con la música para intentar mantener calmos a los pasajeros.
La icónica escalera
Es entendible que pienses que esta escalera se asemeja demasiado a la del Titanic. La gran escalinata era la vía principal entre las numerosas cubiertas y se ha convertido en uno de los lugares más reconocidos de todo el barco.
Esta porción de escaleras sólo era utilizada por los pasajeros de primera clase, pero incluso aquellas personas de tercera clase podían echarle un ojo. La escalinata fue construida para que los pasajeros frenen su trayecto y la admiren, ya que intentaba ser la "pieza de resistencia" de todo el barco.
Un gimnasio viejo para ayudarte con los días de reposo
Puede ser impresionante que entre todas las características con las que contaba el Titanic, también gozaba de un gimnasio equipado con diferentes máquinas. Éste incluía un camello eléctrico, un caballo eléctrico y máquinas de ciclismo. Claro está, sólo los pasajeros de la primera clase podían utilizar esta innovación.
El gimnasio abría para las mujeres desde las 9 de la mañana hasta el mediodía, y para los masculinos desde las 2 a las 6 de la tarde. Es positivo que este hombre esté trabajando en sus dotes para remar porque... él no lo sabía, pero lo necesitaría en algunas horas.
Tenían una cubierta enteramente disponible para juegos
Mucho de lo que la gente conoce sobre el Titanic tiene que ver con el entretenimiento para adultos pero, ¿qué hay de los niños?. 126 niños estaban a bordo del barco y tristemente, 60 de ellos no sobrevivieron al accidente. La mayoría de ellos estaban en segunda y tercera clase.
Este pequeño derrocha su tiempo jugando al tejo en la cubierta Promenade. Los niños de primera clase también podían disponer del gimnasio entre la 1 y las 3 de la tarde.
Un salón lujoso de primera clase
Aquí se puede ver que tan impresionante y detallista era la decoración en el salón de la primera clase. Localizado en la Cubierta A, este salón para fumar y relacionarse con las demás personas era un lugar clave para almorzar, jugar a las cartas y hasta hacer negocios.
Un boleto de la primera clase costaría unos 1700 dólares en la actualidad, lo cual valía en su totalidad por estas comodidades. El salón estaba basado en el Palacio de Versailles de Francia. Fue en este salón que la banda musical comenzó a tocar sus últimas canciones.
Había dos barberías separadas a bordo
El Titanic contaba no sólo con una, sino con dos barberías dentro suyo. Estos locales proveían a los pasajeros de sus acicalamientos diarios, sobretodo para el bello facial de los hombres. Una barbería estaba dedicada a los pasajeros de primera clase, mientras que la otra era para aquellos de segunda. Si pertenecías a la tercera clase, no podrías dirigirte allí.
El local de las barberías se asemejaba mucho a lo que hoy conoceríamos como un local de souvenirs. Podías ver muñecas, sombreros, cintas, baratijas y hasta tabaco colgando de las paredes y a la venta.
El Café Parisien era la zona a la cual debías ir para tomar el té
Si no querías atravesar tu período de viaje en territorios cerrados, podías socializar al aire libre en el Café Parisien, que tenía vista al Océano Atlántico. Fue la primera vez de uno de estos en un transatlántico. El café era popular entre los jóvenes de primera clase en lugar de ser tan sólo una sala de común esparcimiento.
El Café Parisien fue el primer restaurante de su tipo en un transatlántico y ofrecía comidas como ostras, salmón, pato asado y éclairs de vainilla.
Una cabina de primera clase era de ensueños
Una mirada a la lujosa cabina para dormir de la primera clase demuestra lo tan bella que era en comparación con la que muchos otros pasajeros podrían soñar. Un par de estos camarotes eran tan especiales que estaban conectados mediante una cubierta privada. Estas habitaciones ultra privadas fueron las recreadas para la película Titanic.
Las cabinas de primera clase estaban localizadas en la Cubierta B. Tristemente, la cubierta B fue de donde la mayoría de los pasajeros no pudieron escapar cuando el barco comenzó a hundirse.
Las cabinas de segunda clase eran lo suficientemente confortables
Las literas, los baños privados y un área para sentarse era más comodidad de la que muchos podían esperar. Hasta existían cabinas selectas para aquellos de segunda clase que podían hasta duplicar el tamaño de las de primera clase, por lo que sí tenían cierto lujo.
Una cabina como esta podría ser tan impresionante como una de la Cubierta C y defectuosa como la de la Cubierta E. Muchas personas creen que los pasajeros de segunda clase tuvieron una escapatoria más facilitada que los de tercera, pero la realidad es que son muchos los que no pudieron escaparle a la muerte.
Las cabinas de la tercera clase no eran para nada acogedoras
Las cabinas de la tercera clase eran más como una celda de prisión que habitaciones para dormir. Gracias al espacio comprimido, muchos pasajeros de la tercera clase disponían de su tiempo en otras partes del barco. Estas habitaciones estaban localizadas en la Cubierta F y Cubierta G, en donde comenzó la inundación.
Tampoco ayudó que el Titanic se comenzara a hundir en las primeras horas de la mañana, cuando la mayoría de los pasajeros de la tercera clase se habían ido a dormir, lo cual hizo su escape más difícil.
El área de cena de la tercera clase era como una cafetería
El área de cena de la tercera clase no invitaba a que las personas se quedaran allí. Era más como un cuarto de cafetería que dejaba mucho que desear. Aún así, los cubiertos de plata y la forma en que se disponían las mesas era lo más lujoso que un pasajero de tercera clase hubiese visto. El comer entre finos cubiertos de plata habrá sido algo para rescatar entre los pasajeros que no sobrevivieron.
En la habitación de cena, los pasajeros de la tercera clase eran servidos con comidas básicas como gachas, estofado de verduras, papas al horno y, ocasionalmente, roast beef.
El salón social de la segunda clase era más que suficiente
Por si no sabías, podrías asumir que este salón era destinado para aquellos de la primera clase, pero no. Las sillas contaban con tapizados, el techo era bien lujoso, pero aún así no era suficiente para aquellos de primera clase. Similar al salón de la primera clase, éste también se basó en el Palacio de Versailles, pero el diseñador dejó los detalles de lujo para la primera clase.
Este salón para la segunda clase era en donde se la pasaban jugando a las cartas y a donde algunos pasajeros de tercera clase intentaban acceder de manera secreta.
Las cubiertas eran mantenidas en forma pristina
Existían cuatro cubiertas desde la A a la D que estaban sobre el agua y podían ser disfrutadas por los pasajeros. Cada cubierta era mantenida en una condición inmejorable para los pasajeros sin importar para que clase estuviera destinada. Esto se debía a que cada cubierta estaba delimitada, en lugar de estar dividida en sectores dependiendo las clases.
Para los pasajeros promedio de la tercera clase, la atención en cada detalle de la cubierta, a pesar de ser una de las de menos lujos, probablemente hicieron que su viaje en el Titanic sea de ensueños.
El llenar de equipaje el barco era toda una atracción
La imagen de un barco secundario que transportaba el equipaje en el Titanic fue una de las primeras imágenes que se tomaron a bordo. Puedes ver algunos pasajeros que visualizaban el trabajo desde cerca y veían pasar las pertenencias que habían elegido. Poco sabían que sus posesiones terminarían en las profundidades del océano pocos días después.
En otros transatlánticos, los pasajeros llevaban consigo su propio equipaje. El Titanic revolucionó el servicio del barco al emplear a varios pasajeros para que cumplan con dicha acción.
El gran tamaño de los propulsores del Titanic exhibía el poder del barco
Los propulsores del Titanic eran de un tamaño impresionante. Estos ponderaban al barco aún más ya que medían unos 23 pies y pesaban unas 38 toneladas cada uno.
Con aquel tamaño y peso, estos propulsores eran al momento los más grandes que se habían construido, aún más grandes de los que se utilizan hoy en día. Las personas en el fondo de la imagen muestra que tan magníficos estos eran. Es difícil pensar que un barco con tanto poder podría hundirse tan rápido aquella noche fatídica.
Una extraña imagen que demuestra como eran los cuartos de caldera
Aquí puedes ver como es que eran realmente el lugar en donde se trabajaba en el Titanic, el cuarto de caldera. Éste servía para que la nave se moviera las 24 horas del día, lo cual implicaba un trabajo muy forzado. Existían seis habitaciones de calderas que contenían 29 hornos. 179 hombres trabajaban a toda hora para llenar de combustible al Titanic con 600 toneladas de carbón por día.
Estos trabajadores conseguían una gran paga, pero ninguno logró escapar. El cuarto de calderas fue de los primeros en inundarse cuando ocurrió la colisión con el iceberg.
El barco contaba con mujeres vendedoras a bordo
En la imagen, una mujer irlandesa vende cordones a bordo en la cubierta de la segunda clase. No había un protocolo en el Titanic que manifestara que el equipaje no podía estar cargado de materiales que no se pudieran vender a bordo. Para algunas personas, que vivían de las ventas, el comprar un boleto para el Titanic era hacer una apuesta que estaban dispuestas a pagar.
Esta mujer de seguro esperaba que las ganancias que lograra durante el viaje le ayudara a cambiar su vida al regresar a tierra.
El capitán del Titanic antes que el barco zarpara
Esta fotografía data de junio de 1911, un año antes de que el Titanic zarpara y en donde se muestra al capitán Edward John Smith y el Señor James Pirrie, director del astillero de Belfast. Smith sirvió como capitán de muchos barcos de White Line y se sintió honrado al ser elegido para el viaje del Titanic.
Smith estaba dormido en su cabina cuando el Titanic colisionó contra el iceberg. Mientras que él hizo todo lo posible para salvar a cuantas personas pudiera del barco, existen reportes conflictivos que señalan que éste podría haberse ahogado o suicidado con una pistola.
En la actualidad, los propulsores tienen su historia
La búsqueda del Titanic en la actualidad dejó al descubierto muchos elementos, pero nada más impresionante que uno de los asombrosamente grandes propulsores. Éste ha sobrevivido debajo del agua por más de un siglo y con su gran tamaño y forma es fácil de ser detectado.
Otros elementos como las sillas del salón, y el equipamiento de lujo del barco no pudo ser encontrado en la zona de la colisión. Las corrientes de los océanos podrían haber desplazado los restos a cientos de miles de kilómetros.
La sala de lectura era un escape muy necesario
La sala de lectura y redacción era visto como un lugar para las mujeres y que "retraten" lo que sería su comida. El diseñador del barco hasta decoró la habitación con unas cortinas de color rosa para que sea más femenino.
Tras la primera noche de viaje, quedó claro que dicha habitación era realmente inservible. La mayoría de las mujeres permanecían en sus respectivas mesas socializando con sus esposos al costado. El diseñador se percató de dicho detalle y planeó descartarlo en su siguiente decoración.
Una cubierta superior con bastante briza
La cubierta más elevada del barco, también conocida como Cubierta del Barco se llamaba así porque allí se guardaban los botes salvavidas. Además, era la única cubierta de todo el navío que estaba totalmente abierta. Estaba seccionada en cuatro, para oficiales, para ingenieros, para aquellos de la primera clase y para aquellos pasajeros de segunda.
Los pasajeros de tercera clase no podían visitar ninguna sección de la Cubierta del Barco. Para aquellos fanáticos de las películas, esto significa que Jack nunca podría haber gritado "¡Soy el rey del mundo!" en la punta del barco.
La habitación de la piscina cubierta fue la última en inundarse
A pesar de haber estado rodeada de agua, el Titanic fue uno de los primeros transatlánticos en tener una piscina a bordo. Sin embargo, no era como las piscinas que ves en los cruceros de hoy en día. La piscina era parte del gimnasio y de los baños turcos para los pasajeros de primera clase.
Ésta se mantenía salada y con alta temperatura para propósitos de relajación. La habitación de la piscina fue famosa por la capacidad de resistir a la inundación, por lo que fue la última de todo el navío en ceder ante el agua.
La hora del Te era el evento especial del día
Esta increíble foto a color exhibe a las mujeres mientras disfrutan del té de la tarde mientras una banda toca en el fondo. Tostadas con manteca y pequeños sándwiches eran servidos antes que las damas cenen.
En adición, era una de las zonas del barco en donde se servían licores y alcohol hasta casi las 8 am. El salón de primera clase de la hora del té contaba con una larga lista de licores desde chocolate hasta sabores de frutas. Los asistentes al cine notarán que la habitación es el lugar donde las mujeres discuten los planes de boda de Rose.
Hasta las escaleras entre cubiertas eran lujosas
Como pasajero de tercera clase, no podías visitar la Gran Escalera para sentirte de que estabas en un lugar lujoso. Como se muestra aquí, la alfombra verde que cubría las escaleras de madera era una señal de riqueza. Hasta en las cubiertas de la tercera clase el Titanic estaba totalmente decorado.
La única área de todo el buque que no contaba con decoraciones eran las salas de trabajo. Ni bien colocabas un pie en las calderas, sólo había metal estéril.
Una viga transversal mostrada durante la construcción del barco
Aquí, un hombre se coloca entre una masiva barra de metal atravesada que acabó recorriendo toda la parte media del Titanic. La construcción del transatlántico más grande que existió comenzó el 31 de marzo de 1909, en un astillero como este en la ciudad de Belfast.
Les tomó casi 26 meses la construcción de este barco hasta su partida. En el proceso de elaboración, aproximadamente 3 mil hombres trabajaron en él. De principio a fin, ocho hombres trágicamente murieron por -principalmente- caídas.
Una mirada a la estación de radio a bordo del Titanic
Esta impresionante foto a color muestra a un operador juvenil de radio trabajando en la habitación del Titanic. Dentro del buque, había sólo un operador de radio que trabajaba durante el día y se tomaba descansos por las noches. Él se levantó al mismo tiempo que el navío se hundía y llegó a enviar señales de rescate a los botes cercanos hasta los últimos minutos fatales.
Tras el hundimiento del Titanic, las reglamentaciones se modificaron e hicieron obligatorio el tener una tripulación de radio que rote en los buques para que siempre haya alguien atento y reciba o envíe ayuda.
Los botes salvavidas en la cubierta superior del Titanic
Se conoce actualmente que, si bien muchos de los botes del Titanic abandonaron el navío principal a la mitad de su capacidad, aún a completa capacidad no hubiesen sido suficientes para salvar a todos dentro del barco. Sólo había 20 botes a bordo, por lo cual de los 2.200 pasajeros que había, sólo 1.100 podrían haberse salvado.
Además, la máquina que soltaba los botes fue desastrosa, lenta y con fallas. Muchos de los miembros de la tripulación no tenían el entrenamiento necesario para que éstos sean operables.
Los sobrevivientes del Titanic se acercaron a The Carpathia
El primer bote salvavidas fue lanzado del Titanic a las 11.45 pm y luego continuaron lanzando hasta que el buque desapareció entre las aguas a las 2.15 am. No fue hasta dos horas a posterior, a eso de las 4 am, que el primer bote pudo alcanzar al RMS Carpathia. El Carpathia rescató a los últimos botes salvavidas a las 8.30 am.
Puedes ver en la foto que el bote salvavidas es impulsado por mujeres, lo cual no es sorpresa ya que estas y los niños fueron los primeros en llenar los primeros botes.
Los sobrevivientes intentaron recuperar la temperatura en la cubierta del Carpathia
Aquí, los sobrevivientes rescatados de los botes salvavidas descansan al sol en la cubierta del RMS Carpathia. El bote estaba navegando al este de Nueva York cuando el operador de radio recibió los mensajes de rescate por parte del Titanic. De inmediato, el capitán del barco modificó su trayectoria y arribó dos horas después del hundimiento del Titanic.
Gracias al esfuerzo de los tripulantes, 712 personas fueron salvadas y trasladadas al destino original, la ciudad de Nueva York.
El Carpathia fue honrado de sobremanera
Por su trabajo y esfuerzo en salvar a los sobrevivientes del Titanic, el capitán y los miembros de la tripulación del Carpathia fueron honrados. El capitán Arthur Rostron y su tripulación quedaron exhibidos en esta imagen junto a una copa de plata que le obsequiaron los sobrevivientes del Titanic.
El capitán Rostron fue luego invitado por el presidente Taft a la Casa Blanca. Allí, se le dio una medalla Congressional de Oro, que es el rango de honor más alto posible.
Recuperaron los salvavidas
En aquel entonces, los 13 botes salvavidas que el Carpathia salvó y subió a su propio bote eran los únicos restos del Titanic. El Carpathia trajo consigo los botes a Nueva York y luego los devolvieron a White Star Line.
Desafortunadamente, los botes que se amarrados en el Pier 59 -Puerto 59- que se ven en la imagen fueron despojados por bandidos y demás ladrones. Con el tiempo, los barcos se perdieron en la historia. Muchos piensan que fueron re usados en otros navíos de White Star Line, o destruidos.
Personas alrededor del mundo recaudaron dinero para las víctimas
Los efectos post hundimiento del Titanic no se generaron sólo en Inglaterra y Estados Unidos. La noticia se conoció alrededor del mundo y pareció haber varios pasajeros a bordo que estaban alrededor de todo el mundo.
Aquí, una tropa de boy scout colecta fondos para los sobrevivientes del Titanic, aunque no fueron los únicos. La compañía White Star, que era dueña y había construido el Titanic, inició un fondo que le pago cientos de dólares a las víctimas de los familiares y a los sobrevivientes.
Los sobrevivientes encontraron refugio en la ciudad de Nueva York
Tras el arribo de los rescatados a la ciudad de Nueva York, muchos sobrevivientes necesitaban de atención. Mientras que algunos pudieron sumarse a familiares y amigos que tenían en la ciudad, otros debieron esperar por ayuda económica que provenía de otros países.
Estos hombres sentados aquí en un refugio estaban esperando la ayuda de otras naciones. Por fortuna, una vez que la noticia impactó en todo el mundo, los ciudadanos de Nueva York abrieron su corazón y casas a los sobrevivientes para que esperaran allí.
Una mujer compra una impresión del Titanic
No restó mucho tiempo hasta que la noticia del desastre se esparciera y las personas comenzaran a encontrar la manera de capitalizar la tragedia. Los mercados callejeros vendieron desde figuras, hasta cartas y diarios a precios exorbitantes. Aquí, una mujer comprando una impresión del Titanic poco después de conocerse la noticia.
Algunos estaban tan desesperados que intentaron robar los botes salvavidas rescatados. Sin embargo, probablemente valió la pena en su favor, ya que los recuerdos del Titanic sólo han aumentado de valor.
El público se reunió para darle la bienvenida a los sobrevivientes del Titanic en Gran Bretaña
Hombres, mujeres y niños se reunieron alrededor de las puertas del astillero de Belfast. Estaban esperando ansiosamente que el RMS Laponia atracara. El Lapland fue el que transportó los 172 sobrevivientes del Titanic al surcar el océano atlántico y de retorno a casa.
El público en Belfast era realmente poco en comparación con la cantidad de personas que originalmente se reunieron en la ciudad de Nueva York. Cientos de miles de personas se congregaron en la ciudad de Estados Unidos en el puerto el 18 de abril de 1912 para echarle un vistazo a los sobrevivientes.
Un hombre testifica frente a un comité de investigación
No faltó mucho tiempo para que el público en general se tornara agresivo y sea fuente de mucho enojo. Se comenzaron a preguntar la razón por la cual un barco transatlántico, que supuestamente era indestructible, acabó en el fondo del océano. Previo a que el Carpathia llegara a Nueva York, la compañía White Star Line comenzó a formar un comité de investigación.
El comité concluyó que hubo una falla combinada al no escuchar las advertencias del iceberg y también la presencia de los botes salvavidas inadecuados, que llevaron a la masiva pérdida de vidas.
Los sobrevivientes de la tripulación esperando fuera de la corte
Aquí, los miembros de la tripulación que sobrevivieron al desastre y que esperan pacientemente por fuera de la corte mientras el comité de investigación de White Star Line debate dentro. Muchos sobrevivientes esperaban una compensación económica por su trabajo.
Al final, White Star Line acordó con los sobrevivientes un pago de 664 mil dólares a ser pagados entre los sobrevivientes. Con más de 700 personas, fueron unos 950 dólares por cabeza. Ajustado a la inflación, cada sobreviviente recibió cerca de 22 mil dólares.
Dos sobrevivientes pequeños que esperaron por ser reunidos con su madre
A pesar de que los niños abordaron en la primera línea de bote salvavidas del Titanic, muchos no sobrevivieron al hundimiento. Dos de ellos sí lo hicieron, Michel y Edmond Navratil, los mismos de esta foto. Tristemente, su padre se ahogó en el océano luego de colocarlos a ellos en un bote salvavidas.
Los niños Navratil viajaban en segunda clase con su padre mientras que su madre se había quedado en Francia. Les tomó semanas el volver a encontrarse con su familia pero son una de las pocas historias de sucesos increíbles del Titanic.